Rectificar es de sabios
Esta decisión ha sido tomada por una mayoría consistente de 79 votos a favor y 16 en contra, y sustituiría a la medida tomada en 2005, la cual levantó grandes discrepancias entre la sociedad noruega pues fue tomada sin ninguna base científica.
En aquel momento la decisión de
prohibir la munición de plomo estuvo auspiciada en base a intereses políticos y
emocionales mensajes dirigidos a la opinión pública por parte de los sectores
ecologistas. Este hecho carecía de evidencia sólida, ya que el uso de munición
alternativa planteaba serios riesgos para salud de seres humanos y animales,
como finalmente se ha demostrado. Además, esta munición alternativa no es
adecuada para ser disparada en cualquier escopeta.
Imaginemos, por un momento, lo que podría pasar en España. Aquí, la antigüedad de la mayoría de las escopetas es superior a 20 años, y están concebidas para disparar un material tan blando como el plomo. Si de buenas a primeras obligaran a usar otro tipo de munición en estas mismas armas, el resultado sería nefasto, pues muchas de estas escopetas no aguantarían las presiones creadas con la nueva munición.
Gracias al trabajo conjunto de
las Asociación Noruega de caza y el Consejo de las armas demostraron que el
plomo es el material más adecuado para la munición de caza y que la prohibición
de 2005 se decidió sin ser apoyada por a través de bases científicas concretas.
¿Sucedería esto también es España? Las discrepancias surgidas en los últimos años entre entes del mundo cinegético, no ha hecho más que debilitar a un sector que cada día está más perseguido, y donde las trabas burocráticas cada vez son mayores y más complejas, a diferencia de lo que ocurre en el resto de Europa.
Se espera que otros países donde
las limitaciones indebidas sobre el uso de munición de plomo están en vigor, se
muevan en la misma dirección y obtengan los mismos resultados obtenidos en
Noruega. Esta resolución de Ley debe sentar una base importante para que las
Administraciones competentes pueden rectificar algunas de las decisiones
tomadas de forma insensata.
A pesar del gran éxito conseguido, es fundamental mantener una actitud vigilante. La situación es aún delicada, puesto que ahora se esperan presiones de grupos ideológicamente opuestos a esta nueva reglamentación, y se espera que actúen contra el uso de la munición de plomo, algo que ya está pasando desde asociaciones internacionales.
Lo único que está claro es que rectificar es de sabios, como muy bien saben en el Parlamento de Noruega.