Sig Sauer P365: La revolución que estaba pendiente ha llegado
Sig Sauer P365: La revolución que estaba pendiente ha llegado
Analizamos en nuestro blog la Sig Sauer P365, la que posiblemente será una de las pistolas más revolucionarias de esta década y que sin duda revitalizará el segmento de las armas de bolsillo o micropistolas. Porque sí, sus dimensiones se adentran en el territorio de este tipo de armas, superamdo a las subcompactas monohilera que son las que reinan hasta el momento en el competido mercado de las armas de porte oculto. Ningún fabricante, hasta su presentación en el Shot Show 2018, había sido capaz de ofrecer un arma en 9 mm Parabellum del grosor de una pulgada, que fuese capaz de albergar un cargador bifilar. Esto ha supuesto en la práctica poder portar un 66% más de munición de media que su competencia.
La pregunta es si a toda esta ingeniería y logros técnicos que presenta el arma, le acompañan una buena operativa y usabilidad. En los siguientes apartados iremos desentrañando sus características, pero nos permitimos adelantaros la respuesta, que no es otra que un rotundo SÍ. Una pistola realmente sorprendente, fruto de la innovación del departamento de investigación y desarrollo de una marca emblemática, la mejor prueba de ello es que ha generado numerosas patentes durante su fase de diseño.
Antecedentes históricos
Antes de evaluar sus aspectos técnicos, vamos a situar al arma en el contexto de las pistolas de porte oculto de reducido tamaño y los diferentes hitos acaecidos históricamente con respecto a ellas. Aunque las pistolas de bolsillo se remontan hasta hace casi 200 años, con las míticas “Derringer”, los antecedentes contemporáneos de este tipo de pistolas tienen el año 1995 como punto de partida. Ese año KAHR Arms y Keltec presentarían dos pistolas de bolsillo monohilera en 9 mm Corto, con sistema de disparo de aguja lanzada, que se caracterizarían por emplear como sistema de acerrojamiento el sistema Browning, frente al hasta entonces usual de inercia de masas. Además, Keltec apostó desde el principio por un armazón de polímero, una tendencia mayoritaria al que le seguirían el resto de los fabricantes desde ese momento.
El 2008 es el año de incursión del primer gran fabricante en este segmento, Ruger con su modelo LCP. Hasta entonces las grandes marcas se habían mantenido al margen, pero las ventas millonarias de los modelos de Keltec atrajeron su inmediata atención. Fue a raíz del éxito de ventas de la LCP, cuando el resto de las marcas se sintieron espoleadas y empezaron a producir pistolas de bolsillo y subcompactas monohilera, intentando coger su trozo del pastel.
Es en este contexto, cuando SIG SAUER presenta su P238 en el año 2009, saliéndose de la ortodoxia hasta ese momento de pistolas de polímero de aguja lanzada y apelando a la pasión de los norteamericanos por las 1911. En el 2011 completa su oferta y se suma a la corriente imperante, lanzando la P290. A pesar de que inicialmente estuvo disponible en 9 mm Parabellum, tuvo unas ventas discretas, debido seguramente a que era una DAO (Double Action Only) con martillo a la vista.
En 2012 Smith & Wesson lanza su subcompacta monohilera M&P Shield y Glock presionado por sus usuarios y por el volumen de ventas de este nicho de mercado, lanza su modelo 43 en el 2015. Así las cosas, SIG SAUER buscaba reposicionarse frente a sus competidores y para ello nada mejor que un golpe de efecto que revolucionase el mercado. La P365, un producto innovador que se ha hecho un hueco mediante la definición de un nuevo segmento entre las armas pequeñas de porte oculto, las micropistolas de cargador bifilar.
Cargador y dimensiones
Es obvio que el tamaño es elemento distintivo y la razón de ser de este tipo de armas, motivo al cual deben su éxito. Es de Perogrullo que de nada sirve un arma de defensa que no vayamos a portar de forma permanente, sean cuales fueran las condiciones ambientales y otras circunstancias. Es decir, los 365 días del año, un concepto del que hace gala la pistola de SIG SAUER en su propia denominación, P365.
A alguno de nuestros lectores le resultará sorprendente que hagamos referencia al cargador, en este apartado sobre las dimensiones. Pero es que un arma tan revolucionaria como esta, se debe precisamente a que se concibe desde parámetros totalmente diferentes a los habituales. El arma se crea alrededor del cargador, que es lo primero que se diseñó, a la hora de afrontar el reto de crear una micropistola con cargadores de doble hilera o bifilares.
Tal es así que sobre el mismo recaen tres patentes, si nos fijamos en las fotos recabaremos en su peculiar diseño. Tiene dos partes diferenciadas, la mitad inferior donde es bifilar y la superior donde se estrecha, transformándose en monohilera. Es una estructura híbrida, que dota al mismo de una forma cónica. Permitiendo que el empuñe de la pistola sea lo suficiente estrecho, en la parte de la empuñadura donde se ejerce mayor control de la pistola, cerca del eje del cañón. La pistola se suministra con dos cargadores, uno de base plana de 10 cartuchos y otro de 10 con apoyo para el meñique.
El cargador es la piedra angular del diseño de la SIG P365
Definida la piedra angular del proyecto, es cuando se empieza a diseñar el resto del arma. Para ello se estudiaron las medidas mínimas que hiciesen posible una ergonomía mejorada. Sus dimensiones son: longitud de 147 mm (5,8”), altura de 109 mm (4,3”) y anchura de tan solo 25,4 mm (1”). Resulta increíble, pero dicha anchura es la misma que presentan muchas pistolas subcompactas monohilera de otras marcas. Con respecto al peso, este es de tan solo 504 g, a pesar de que debajo del polímero tenemos un esqueleto de acero inoxidable, que dota al armazón de una extraordinaria rigidez.
Diseño, acabado y ocultación
Un pequeño apunte con respecto al diseño, este es definitivamente herencia de familia. Ya que podemos apreciar un distintivo aire con las formas de la serie de mayor tamaño P320. Imperan las líneas cuadradas, matizadas mediante biselados en los bordes y esquinas de la corredera. En el armazón predominan las líneas redondeadas con un diseño muy limpio y minimalista. Todo ello dota al arma de un aspecto futurista.
Por cierto, el carril delantero para accesorios sigue esta pureza de líneas, aunque no es por gusto, sino por necesidad. Ya que materialmente es imposible poner un estándar riel picatinny, por el poco espacio disponible. Esto ha motivado que SIG SAUER haya tenido que desarrollar una gama de accesorios específicos para esta arma. El fabricante alemán ha lanzado al mercado un láser denominado LIMA365 (en versiones rojo y verde) y una linterna de hasta 300 lúmenes (conmutable a 100, 200 y 300 lúmenes) con el nombre de FOXTROT365.
El acabado es el conocido NITRON, empleado por SIG SAUER en muchas de sus armas. Consiste en la precipitación, sobre las piezas metálicas, de un compuesto en forma de vapor metálico, mediante bombardeo iónico en un ambiente al vacío. El resultado es una mayor dureza superficial del material y por tanto una mayor resistencia a arañazos y desgaste.
Finalmente, en este apartado, comentar que hicimos alguna prueba de porte, utilizando una funda interior genérica y como era de esperar lo resultados fueron muy buenos. Sus perfiles planos, bordes y esquinas biseladas, facilitan una extracción sin problemas de enganchones. También señalar, que pudimos comprobar que la textura de la empuñadura no provoca excesiva fricción con la ropa. Esto último puede parecer poco importante, aunque tiene más trascendencia que la pura conservación de nuestra vestimenta. Picados o texturas muy agresivos pueden “atrapar” la ropa al realizar ciertos movimientos, con lo que delatarán la silueta de la pistola a través de la ropa, una situación obviamente nada deseable.
SIG SAUER tiene un sistema de funda IWB
Ergonomía
Ya hemos visto en un apartado anterior, en el que comentábamos sus dimensiones, como en su diseño se primó la alta capacidad con unas dimensiones de micropistola. La duda que se me presentó, cuando la vi por primera vez, fue hasta qué punto se había tenido en cuenta la ergonomía dentro de la ecuación del diseño. Algo clave para su operatividad, teniendo en cuenta su tamaño y que dispara el calibre de servicio 9 mm Parabellum. Una incertidumbre que se me empezó a despejar en cuanto la tuve en la mano y la sentí por primera vez.
A pesar de tener las manos grandes, la P365 se empuña bien y es controlable
Tengo las manos tirando a grandes y la pistola se siente mayor de lo que en realidad es. Los controles están donde deben estar, retenidas de la corredera y del cargador, siendo relativamente fáciles de operar, siempre teniendo en cuenta las dimensiones del arma. Digo esto porque no hay que hacer grandes malabarismos para interactuar con ellos, como si ocurre con otras pistolas de este tamaño. El botón de retenida del cargador se puede cambiar de lado para los tiradores zurdos.
Nos hemos referido antes al cargador y la importancia de sus formas, adelantando la repercusión que sobre la ergonomía tenía en la parte alta de la empuñadura. Esta circunstancia, permite realizar dos estratégicos rebajes que facilitan el asiento de los dedos índice y pulgar. Un aspecto, que junto con la rabera pronunciada, permite un agarre firme cercano al eje del cañón y como consecuencia un positivo control del arma. Además, el ángulo bastante recto de la empuñadura, próximo al de una 1911, permite un cómodo y fácil acceso al disparador, a pesar de que visualmente pueda parecer un poco adelantado.
La mencionada empuñadura completa su ergonomía con estratégicas texturas, que sin ser excesivamente agresivas, proporcionan un buen aseguramiento de la pistola en la mano, aunque las tengamos húmedas. Este picado envuelve todo el contorno donde se apoya la mano dominante, en las zonas de mayor contacto. Acertadamente, el lomo anterior de la empuñadura carece de moldeado para los dedos, una característica que carece de sentido para pistolas de este tamaño.
Finalmente citar los cortes en la corredera, que están muy bien resueltos. Aunque hay decir que en el caso de los anteriores, estos son de difícil utilización por el tamaño del arma para la maniobra de “press check”, de comprobación de cartucho en recámara.
Este sistema de puntería tiene su razón de ser si tenemos en cuenta que esta arma posee una muy buena precisión. Por cierto, hablando de precisión, decir que la distancia entre miras es de solo 124,5 mm, lo que hace imposible que pueda ser guiada con una licencia tipo F como arma de concurso.
Funcionamiento y seguros
Al tratarse de un arma de tan reducido tamaño en un calibre relativamente potente, 9 mm Parabellum, es bastante difícil y poco recomendable utilizar un sistema de acerrojamiento por inercia de masas. En este aspecto sigue la tradición de sus hermanas mayores y emplea un sistema de acerrojamiento Browning mejorado por el propio fabricante, denominado Browning-Petter o también conocido como SIG. El sistema de disparo es por aguja lanzada.
Los seguros de esta arma son todos automáticos, aunque carece de seguro en el disparador. Por otra parte, parece que en los próximos meses está prevista una versión con seguro manual en el armazón. Algo que su competencia ya ofrece y que es muy valorado entre los clientes institucionales y profesionales.
Disparando el arma
Dada la naturaleza de la pistola, la sometimos a diferentes pruebas de tiro, dentro de las habituales distancias defensivas, entre los 3 y 15 m. Las sensaciones desde el principio fueron muy buenas, el arma se tiene muy bien en la mano y es muy controlable, no solo por su elaborada ergonomía, sino también por su buen disparador y muelle recuperador anti-retroceso que se hace notar. Permite secuencias rápidas de disparos con muy buena precisión.
Desmontaje básico de la P365 y vista del muelle anti-retroceso
El disparador tiene un recorrido solo un poco más largo de lo que era de esperar, pero hay que decir que no muestra arrastres de ningún tipo y que mantiene una tensión uniforme durante todo su recorrido, hasta que rompe abruptamente. El peso necesario para desencadenar el disparo, según nuestro medidor Lyman, es de 2,72 kg (6 lbs). El “reset” también es más que correcto, rápido, corto y audible, se siente perfectamente en el dedo.
RESUMEN
SIG SAUER parece haber dado con el santo grial de las armas de pequeño tamaño para porte oculto, de hecho, ha creado la primera pistola de una nueva categoría de armas. Ya sea como arma primaria o de backup, sus características sorprenden y se convierte en la nueva referencia a batir dentro de las pistolas subcompactas y micropistolas. Debido a nuestra legislación, mayoritariamente será un arma destinada al uso personal de miembros de nuestras FCS y FCSE. Dada la casuística actual de amenaza terrorista y tipología de atentados en Europa, parece que un 66% más de munición por cargador, en un arma de este tamaño, es algo más que una buena idea.
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